Dogo de Burdeos

Raza: Dogo de Burdeos

Otros nombres: -

Clasificación FCI: Grupo 2, sección 2.1 - Perros molosoides tipo dogo

Origen: Francia

Función zootécnica: Perro de guarda, defensa y disuasión

Altura a la cruz (machos): 60 - 68 cm.

Altura a la cruz (hembras): 58 - 66 cm.

Peso (machos): 50 kg. mínimo

Peso (hembras): 45 kg. mínimo

Los ancestros de este dogo ya existían en Francia durante el siglo XIV. Sin embargo, fue recién a fines de ese siglo que aparecieron los dogos propiamente dichos y se empezó a usar esa denominación.

Desde entonces y hasta el siglo XIX se usaban los dogos de Burdeos como perros de caza mayor, guardianes, perros de pelea y como auxiliares de carniceros.

En esa época existían 3 tipos de dogos franceses: el tipo París, el tipo Toulouse y el tipo Bordeaux. El último fue el directo antecesor de la raza actual.

En 1863 se realizó en París la primera exposición canina en el Jardín de Aclimatación, y fue también la primera vez que se presentó al dogo de Burdeos con su nombre actual.

Hoy en día este dogo es empleado principalmente como guardián de propiedades y como un gran compañero en miles de hogares alrededor del mundo.

Apariencia

La característica más notoria del dogo de Burdeos es su enorme cabeza. Se dice que entre todas las razas de perros, este dogo francés tiene la cabeza más grande en proporción a su cuerpo. De hecho, el estándar de la raza indica que el perímetro del cráneo en el macho debe ser aproximadamente igual a la altura a la cruz. En la hembra es un poco menor, pero también se trata de una cabeza grande.

La piel de la cabeza presenta muchas arrugas, especialmente cuando el perro está atento. La depresión naso-frontal (stop) es muy pronunciada, ya que el hocico forma un ángulo casi recto con el cráneo. La nariz es ancha y pigmentada de acuerdo con el color de la máscara. El hocico es corto, ancho y grueso. El prognatismo (mandíbula inferior más larga que la superior) es característico en la raza y la mandíbula inferior se curva hacia arriba.

Los ojos son ovalados, bien separados entre sí y de color avellana a marrón. Se prefieren los tonos oscuros. Las orejas son de inserción alta, caídas pero no colgantes, pequeñas y un poco más oscuras que el manto.

El cuerpo del dogo de Burdeos es de perfil rectangular (más largo que su altura a la cruz), musculoso y fuerte. La línea superior es horizontal. El pecho es fuerte, largo, profundo y ancho. Los flancos son ligeramente retraídos. La cola es gruesa en la base y alcanza al corvejón, pero no lo supera.

El pelaje de este dogo es corto, fino y suave. Puede ser de cualquier tonalidad de leonado, y se permiten manchas blancas bien delimitadas en el antepecho y los extremos de las patas. La máscara puede ser negra, marrón (llamada roja o bistre) o no existir.

Temperamento y carácter

A pesar de su pasado algo violento y su temperamento impulsivo, el dogo de Burdeos suele tener un carácter amigable y tranquilo. Es un perro cómodo, inteligente y muy independiente.

Cuando está bien socializado es muy amigable con los suyos y muy tolerante y paciente con los niños de la familia. Sin embargo, por su gran fortaleza, es importante supervisar todas las interacciones entre este perro y los niños.

Cuando no está correctamente socializado ni entrenado puede ser muy impulsivo y territorial, lo que puede resultar peligroso con un perro de estas dimensiones. En esos casos puede ser posesivo y muy agresivo con otros perros.

Los principales problemas de comportamiento con esta raza ocurren cuando no se le brinda al dogo el suficiente ejercicio ni la suficiente compañía. En esos casos se convierte en un perro ansioso y destructor.

Salud y cuidados

A pesar de su gran fortaleza física, el dogo de Burdeos es un perro de salud frágil. Igual que la mayoría de las razas grandes, este perro tiene una esperanza de vida corta, que ronda los 7-8 años. Los problemas de salud más comunes en la raza son: displasia de cadera, problemas respiratorios, torsión gástrica, golpe de calor, ectropión, estenosis aórtica, conjuntivitis y cardiomiopatías.

El cuidado del pelaje, por su parte, se hace casi sin ningún esfuerzo. El cepillado ocasional es suficiente. O, mejor aún, usar un mitón de goma para cepillar perros, así basta con acariciar al perro con ese implemento.

Esta raza babea mucho. Aunque a primera vista pueda parecer algo sin importancia, este detalle causa muchos inconvenientes a quienes son muy fanáticos de la limpieza.

El dogo de Burdeos necesita hacer mucho ejercicio para mantenerse en forma, por lo que necesita 3 paseos diarios y algún tiempo de juego. Sin embargo, no tolera bien el calor, por lo que hay que evitar el ejercicio intenso en los horarios de mayores temperaturas. Tampoco hay que forzar los saltos, ya que es un perro propenso a la displasia de cadera.

El costo de mantenimiento es alto porque la raza necesita mucho alimento diario.

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