Alternativas para entrenar a tu perro para caminar sin jalar la correa

adiestramiento canino

El procedimiento regular para entrenar a tu perro para caminar sin jalar la correa funciona con todos los perros cuando se realiza correctamente y en las condiciones adecuadas (lugar sin distracciones, buen timing, tasa de reforzamiento elevada, reforzadores que motivan al perro, etc.).

Sin embargo, en determinadas circunstancias pueden ocurrir problemas que dificulten ese procedimiento. Si ese procedimiento no te está dando resultado para que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, aquí tienes algunas alternativas que puedes probar antes de llevar a cabo el procedimiento regular. Una vez que estas alternativas te hayan ayudado, debes proceder como está explicado en el procedimiento regular de adiestramiento para que tu perro no jale la correa.

Las tres alternativas que aprenderás son: conviértete en un árbol, cansa a tu perro y moldea la conducta sin correa.

Además, al final de esta página encontrarás algunas opciones que te pueden ayudar a pasear a tu perro mientras todavía no está entrenado.

Conviértete en un árbol

No se quién le puso el nombre a este procedimiento de adiestramiento canino, pero es un nombre adecuado. Es un procedimiento simple, pero no siempre es efectivo. De hecho es el procedimiento menos efectivo, pero es útil para que aprendan los entrenadores o propietarios inexpertos.

Simplemente empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa, en el lugar de adiestramiento en el que no hay distracciones. Cuando tu perro tense la correa, te detienes y "te conviertes en un árbol". Es decir que te detienes y no te mueves ni un milímetro.

El momento en que tu perro deja de tensar la correa, cuando ésta cuelga formando una "U", continúas caminando.

Haz esto entre tres y cinco minutos diarios, hasta que tu perro camine más o menos bien sin jalar la correa en el lugar de adiestramiento. Luego procede como está explicado en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, empezando con el primer criterio de adiestramiento canino.

Moldea la conducta de tu perro sin correa

Este procedimiento es muy útil para quienes tienen dificultad al manejar la correa y la comida al mismo tiempo. El procedimiento es similar al primer criterio del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, pero lo haces sin que tu perro esté sujeto a la correa.

Con tu perro suelto y en el lugar de adiestramiento, comienza a caminar en círculos amplios por todo el lugar. Si tu perro no te presta atención puedes llamar su atención dándole un pedacito de comida.

Cada vez que tu perro esté cerca de ti, haz click y dale un pedacito de comida. Poco a poco, intenta hacer que tu perro esté más cerca de ti, reforzando (click y comida) solamente cuando tu perro está muy cerca de ti.

Practica dos o tres minutos cada día, hasta que notes que tu perro camina cerca de ti la mayor parte del tiempo, y te sientas cómodo manejando la comida. Luego empieza el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, desde el primer criterio de adiestramiento.

Si usas esta estrategia, úsala solamente en el lugar de adiestramiento. Te puedo asegurar que no te gustará que tu perro esté pegado a ti todo el tiempo y en cualquier lugar de tu casa.

Cansa a tu perro antes de empezar la sesión de adiestramiento

Algunos perros tienen mucha energía, especialmente si no reciben suficiente ejercicio, y deben liberarla de alguna manera. Si tu perro es uno de esos, juega un poco con él antes de iniciar las sesiones de adiestramiento, de tal forma que esté un poco cansado al momento de empezar a entrenar.

Lánzale la pelota o cualquier cosa que le guste perseguir (y que no represente ningún peligro para él) por unos cuantos minutos hasta que notes que está un poco cansado. Luego, empieza la sesión de adiestramiento canino, tal como viste en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa.

Ten cuidado de no exigir demasiado con el juego porque de hacerlo no tendrá energía para el adiestramiento. Además, asegúrate que el juego no sea muy intenso ni dure mucho si vives en un lugar con clima muy caliente. Los perros no liberan el calor corporal tan fácilmente como los humanos, y pueden sufrir choques térmicos que pueden ser fatales.

Cómo pasear al perro mientras está aprendiendo a caminar con la correa

Tu perro está aprendiendo a caminar sin jalar la correa, pero todavía no está listo para hacer eso en presencia de distracciones intensas como otros perros, niños jugando en el parque, olores que llaman su atención y otras cosas de la vida cotidiana.

Como debes asegurarte de eliminar los tirones de correa también cuando paseas a tu perro, aquí te presento algunas opciones que puedes intentar mientras tanto para pasear a tu perro sin que jale la correa.

- Guía a tu perro con comida

Esto también se conoce como "el método del imán" y consiste en que pongas una salchicha cocida u otra comida suave cerca de la nariz de tu perro. Mientras caminan por la calle le permites a tu perro que vaya mordisqueando la salchicha, hasta que llegan al lugar que deseas ir.

En ese lugar tienes que darle un poco más de libertad a tu perro, así que debería ser un lugar en el que puedas soltarlo.

Si solamente es el lugar en que hace sus necesidades, pero no puedes soltarlo porque no es un lugar seguro, quédate parado liberando la mayor cantidad de correa que puedas (sin soltarla). Puedes usar una correa un poco más larga para esto. Espera a que tu perro haga sus necesidades y continúa caminando guiando a tu perro con la comida en su nariz.

Estos paseos deberán ser cortos hasta que tengas mayor control sobre la conducta de tu perro. Sin embargo, no significa que tu perro no pueda salir a pasear. Puedes hacer paseos cortos pero con más frecuencia.

Por ejemplo, saca a tu perro a la calle tres veces en una hora en lugar de pasearlo por una hora continua. Esto es sólo una medida temporal hasta que tu perro camine correctamente con la correa.

- Guía a tu perro con juguetes

Es similar a la estrategia anterior, pero guías a tu perro con un juguete en lugar de hacerlo con comida. Incluso puedes llevar a tu perro jugando al tira y afloja todo el tiempo. Recuerda que es sólo una medida temporal.

- Ponle a tu perro un arnés contra tirones

En las tiendas para mascotas y las veterinarias se venden arneses contra tirones. Estos arneses (pecheras) están diseñados de tal forma que impiden o reducen los tirones del perro. Existen dos variedades de estos productos.

La primera variedad es un arnés que se cierra presionando las costillas cada vez que el perro jala la correa. No es muy efectivo y puede resultar incómodo para algunos perros (¿Quizás incluso doloroso? Quién sabe). Sin embargo, puede ayudar con perros que no jalan con mucha fuerza.

La segunda variedad es un arnés que tiene adelante (en el pecho) la argolla en la que se une la correa. Entonces, cada vez que el perro tensa la correa, se desequilibra y gira en lugar de avanzar. Este tipo de arnés contra tirones es más efectivo que el anterior. La desventaja es que la fricción puede lastimar el pelaje y la piel de los perros que jalan la correa con mucha frecuencia.

No intentes modificar un arnés (pechera) normal para que se convierta en un arnés contra tirones, porque estos últimos tienen un diseño completamente diferente. La argolla adelante no es la única diferencia.

Pide que te expliquen el uso adecuado del arnés cuando lo compres, para no cometer errores ni lastimar a tu perro durante los paseos.

- Ponle a tu perro un ronzal o collar de cabeza

Además de los arneses contra tirones, existe otro dispositivo que se conoce como "ronzal", "collar de cabeza" o "Halti". Es similar a una brida de caballo y mucha gente lo confunde con un bozal.

La ventaja de este dispositivo es que permite manipular la cabeza del perro de forma similar a la que se manipula la cabeza de un caballo. Por tanto, se puede guiar al perro con mucha facilidad y el animal no puede hacer la fuerza suficiente como para jalar a la persona.

El collar de cabeza se usa frecuentemente (aunque no siempre) como dispositivo auxiliar del collar normal. El perro lleva el collar normal sujeto a una correa y el collar de cabeza sujeto a otra correa. Cuando el perro jala la correa, el primer impacto lo recibe el cuello al ser presionado por el collar normal. Entonces, el propietario redirige la atención de perro mediante la correa que está unida al collar de cabeza.

Este dispositivo es efectivo, pero puede causar daños a la espina dorsal del perro si éste tensa repentinamente y con fuerza la correa.

Por tanto, si vas a ponerle un collar de cabeza a tu perro, haz que un experto te explique la forma correcta de usarlo. El uso de este dispositivo está fuera del alcance de este sitio porque considero que no es un dispositivo necesario. Te lo presento para que sepas de qué se trata porque muchos entrenadores lo recomiendan, pero recuerda que su uso debe ser explicado personalmente por un experto.

Muy importante

No pongas un collar de cabeza a tu perro si no has aprendido cómo usarlo correctamente. Podrías causarle daños a tu mascota.

- Ponle un arnés normal a tu perro y déjalo jalar la correa

Seguramente has visto, aunque sea por televisión, a los famosos perros de trineo que son capaces de arrastrar grandes cantidades de peso. O quizás has visto una exposición especializada de pastor alemán y has notado que esos perros corren por delante de sus guías, jalando la correa.

Ni los perros de trineo ni los pastores alemanes de exposición deben jalar la correa en otras situaciones (aunque hay muchos que sí lo hacen). ¿Cómo logran sus entrenadores que los perros jalen la correa solamente en ciertas circunstancias?

Lo consiguen mediante la estrategia de perfeccionar la conducta inapropiada del perro. Es decir que les enseñan a los perros a jalar la correa cuando hay ciertos estímulos ambientales (el equipo de trineo, la pista de exposición, etc.), pero a no jalarla cuando hay otros estímulos ambientales.

Puedes hacer lo mismo con tu perro, enseñándole que es correcto que jale la correa si tiene puesto un arnés normal, pero que no es correcto hacerlo si tiene puesto un collar.

Simplemente ponle el arnés para salir a pasear y permítele jalar la correa. Mejor aún, estimúlalo a jalar la correa. Este arnés solamente lo usará cuando salga a pasear mientras no esté completamente entrenado para caminar correctamente con la correa. Durante las sesiones de adiestramiento, tu perro usará un collar normal (de hebilla) y no le estará permitido jalar la correa.

Incluso puedes usar dos correas diferentes, una para pasear jalando la correa, y otra para caminar sin jalar la correa durante las sesiones de adiestramiento.

Esta estrategia sólo te servirá si tienes más fuerza que tu perro, de tal forma que no te puede arrastrar por las calles, y tienes suficiente paciencia y buen humor como para divertirte por unas semanas cuando tu perro jala la correa.

- Elije la ruta adecuada

Es muy importante que elijas la ruta adecuada para pasear a tu perro, independientemente de qué estrategia uses para pasearlo. Debes conocer las rutas de paseo posibles y elegir la que presente menos distracciones, o las distracciones menos intensas.

Por ejemplo, si en una ruta posible hay un perro que ladra detrás de la reja y tu perro se desespera cuando eso ocurre, elige una ruta diferente. Más adelante podrás pasear a tu perro por ese lugar sin que jale la correa ni reaccione al perro ladrador, pero todavía no está listo para superar ese desafío.

Elige rutas adecuadas en las que tu perro no encuentre distracciones intensas, y pasea por esas rutas durante algunas semanas, hasta que tu perro camine correctamente en la calle con la correa puesta.

Precauciones al pasear a tu perro con correa

A medida que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, notarás algunos cambios en su actitud durante los paseos.

Cuando tu perro empiece a caminar sin jalar la correa en la calle, debes tener mucho cuidado y prestar mucha atención a su lenguaje corporal, especialmente si es un perro grande. Algunos perros van caminando muy bien, con la correa floja, y de repente surge alguna distracción intensa que los hace salir disparados.

Si el propietario está atento a estas reacciones repentinas, no pasa nada. Sujeta la correa con firmeza y el perro no lo arrastra ni sale corriendo.

Sin embargo, si el propietario no está atento a estas reacciones, existen dos posibilidades. La primera es que el tirón le quite la correa de las manos, con lo que el perro sale detrás de lo que le llamó la atención (muy peligroso). La segunda posibilidad es que el perro desequilibre al propietario, haciéndolo caer. Estas caídas pueden ser muy graves, ya que la persona está desprevenida, y pueden terminar en lesiones como costillas rotas, brazos fracturados, esguinces, dislocaciones de hombro y otras tantas.

No dejes que eso te ocurra. Mientras tu perro no tiene un adiestramiento confiable, presta atención a su conducta y a las distracciones ambientales, cada vez que lo saques a pasear.

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