El perro guardián de recursos
El perro guardián de recursos es el que protege a través de la agresión los recursos que considera valiosos. Quizás la comida sea el recurso protegido con más frecuencia por los perros, pero no es el único. Así, pueden existir perros guardianes de comida, de lugares, de personas, de juguetes y de casi cualquier cosa imaginable.
La guardia de recursos se ha aprovechado desde siempre para crear perros guardianes de propiedades. De hecho, la territorialidad, que hace que un perro actúe agresivamente hacia los extraños, es una forma particular de guardia de recursos en la que el perro protege un lugar determinado. Sin embargo, no es una forma típica de guardia de recursos porque el perro protege el territorio sólo de los extraños.
En las formas típicas de este comportamiento, el perro guardián de recursos reacciona ante la proximidad tanto de conocidos como de extraños.
Si has conocido algún perro que no permite que nadie se acerque a su dueño, entonces has conocido a un guardián de recursos (en este caso, del dueño). De igual manera si no puedes acercarte a un perro cuando está comiendo o tiene un juguete en la boca.
Esta estrategia es muy común entre los perros, y les permite defender sus posesiones cuando otros perros intentan quitárselas. Cuando un perro ha tomado posesión de un recurso (comida, juguete, etc.), los demás suelen respetar esa situación aún si el primero es más pequeño. Sin embargo, si otro perro intenta quitarle ese recurso o se aproxima, el primero reaccionará agresivamente. Eso es la guardia de recursos.
Por supuesto, existen casos en los que un perro más grande puede quitarle un recurso a uno más pequeño, pero esos casos suelen ocurrir sólo cuando la disponibilidad de ese recurso es muy limitada y el mismo es esencial para sobrevivir.
La guardia de recursos en otras especies
Aunque se conoce más en perros, la guardia de recursos no es exclusiva de esa especie. Al contrario, es una conducta típica de todos los animales sociales (y de muchos que llevan vidas solitarias). Hace muchos años, cuando todavía estaba en la universidad, pude ver esta conducta al hacer un etograma de un grupo de jaguares cautivos en el zoológico.
Ese grupo (completamente antinatural) consistía de 12 jaguares y todos eran alimentados al mismo tiempo. Cuando un pedazo de comida no tenía dueño, los jaguares peleaban por él. Pero cuando un jaguar se había apoderado de un pedazo de comida, ningún otro intentaba quitárselo (salvo raras excepciones). Esto no tenía nada que ver con dominancia u otras interpretaciones similares, porque incluso Cindy, la jaguar más débil y pequeña, era respetada cuando tenía su comida.
Sin embargo, sin un jaguar se aproximaba a otro que tenía comida, este último empezaba una serie de despliegues agresivos. Si el primero seguía acercándose, solía ocurrir un ataque.
Si bien la guardia de recursos es una conducta natural en los perros, también es una conducta peligrosa para los humanos y especialmente para los niños. De hecho, suelen ser los niños pequeños quienes descubren que el perro de la casa es un guardián de recursos, porque no evalúan bien las situaciones cuando se acercan al perro. Lastimosamente eso es causa de muchos ataques de perros a niños (que suelen incluir mordidas a la cara) y, en consecuencia, de muchas eutanasias de perros.
Para peor, el perro que es guardián de un recurso puede generalizar esa conducta hacia varios recursos. Así, un perro que empieza protegiendo su comida puede pasar a proteger sus juguetes, el sillón, una persona en particular y otros recursos valiosos para él. Al final, se tiene un perro agresivo hacia todos los que se acercan a cualquier cosa.
Por supuesto, el perro guardián de recursos también puede generalizar a sus "víctimas" agrediendo a humanos, a otros perros e incluso a objetos. Pero también puede discriminar, agrediendo solamente a individuos de una especie (por ejemplo, sólo a humanos), individuos de un sexo (hombres o mujeres, pero no ambos), individuos con ciertas características físicas (por ejemplo, sólo hombres con barba), etc.
La buena noticia es que es relativamente fácil evitar que tu cachorro se convierta en un guardián de recursos y no resulta tan difícil eliminar esa conducta en la mayoría de los casos (aunque existen algunos casos más complicados que otros).
Prevenir que el cachorro se convierta en guardián de recursos
Si tu perro es cachorro y todavía no ha mostrado señales de ser un guardián de recursos, puedes evitar que se transforme en uno mediante los siguientes consejos.
Entrénalo para soltar objetos a la orden y para ignorar cosas. Ambos ejercicios le enseñan autocontrol, lo que reduce las reacciones impulsivas, y además le enseñan que ceder los recursos (juguetes, comida, etc.) puede tener consecuencias muy agradables.
Además, lleva a cabo el siguiente programa de cuatro semanas (es una modificación propia del programa propuesto por Pat Miller en su libro "The Power of Positive Training").
- Semana 1. Alimenta a tu perro de la mano, dándole pocos pedacitos de comida en cada turno. Te tomará algún tiempo darle el almuerzo a tu cachorro, pero valdrá la pena. Que toda tu familia haga esto, incluso los niños, en diferentes turnos. Por supuesto, ayuda a los niños si son muy pequeños. Si puedes, consigue que algunos amigos te ayuden ocasionalmente.
- Semana 2. En el horario de alimentación, pon el plato de tu perro en el suelo, con 1/4 de su ración. Mientras tu perro come, agrega el resto de la comida poco a poco con tu mano. De cuando en cuando, añade pedacitos de comida especial (carne cocida, salchicha, pedazos de pollo cocido, etc.) para que tu perro asocie la cercanía de los humanos a su plato con cosas buenas. Cada miembro de la familia debe realizar el ejercicio en diferentes turnos, incluso los niños (con supervisión adulta), y si es posible algún que otro amigo.
- Semana 3. Haz lo mismo que en la segunda semana, pero toca el plato de tu perro ocasionalmente con la mano. Aprovecha de darle a tu perro un pedacito de comida especial, más rica, justo después de tocar su plato con la mano (recuerda que no debes darle golosinas para humanos; carne, pollo o salchichas pueden ser buenas opciones para comida especial). Toda la familia, incluso los niños, debe practicar esto en diferentes turnos y, si es posible, algunos amigos. Los niños deben hacerlo bajo supervisión adulta.
- Semana 4. Exactamente igual a la tercera semana, pero debes levantar el plato de tu perro ocasionalmente. Inmediatamente después de levantar el plato de tu perro, ofrécele algo delicioso con tu mano. Toda la familia debe practicar este ejercicio, incluso los niños bajo la supervisión de un adulto. Si puedes, que algunos amigos te ayuden ocasionalmente.
Ten en cuenta que sólo debes continuar dándole la comida de tu mano si tu perro se mantiene tranquilo. Si reacciona agresivamente detén el ejercicio. Y nunca le des la comida especial si muestra alguna señal de agresión porque en ese caso estarás reforzando la conducta agresiva.
Es poco probable que tu perro reaccione mal porque todavía es un cachorro que no presenta signos de ser guardián de recursos (este programa de cuatro semanas no es para perros que son guardianes de recursos). Si eso ocurriera, tienes que trabajar con otras estrategias para modificar el comportamiento guardián de tu perro.
Si no ocurre ningún problema durante la aplicación de ese programa, debes continuar la prevención hasta que tu perro sea adulto. Para eso bastará con que le des comida de tu mano ocasionalmente, y que lo haga el resto de tu familia. Eso suele ocurrir durante el adiestramiento en obediencia, ya que usarás mucha comida durante el mismo, así que no es necesario un programa especial.