Campos de acción de los perros de terapia y perros de visita
Existen diferentes campos de acción en los que se desenvuelven los perros de terapia y los perros de visita.
En algunos casos, estos perros ayudan a mejorar la calidad de vida de pacientes en rehabilitación física o emocional, o de pacientes con enfermedades terminales. En otros casos, ayudan a desarrollar el potencial físico o mental de personas con necesidades especiales.
También se emplean perros de visita para mejorar la calidad de vida de personas que no están siguiendo una terapia en particular, pero que se benefician con la presencia de estos animales. Por ejemplo, es el caso de los residentes en casas geriátricas, que consiguen beneficios emocionales de los perros que los visitan, pero que no necesitan de ninguna rehabilitación.
Otro campo de acción de los perros de terapia tiene que ver con la rehabilitación de prisioneros para su posterior reinserción a la sociedad. En estos casos, la terapia no es a causa de enfermedades o accidentes, pero puede tener un efecto muy grande ya que no sólo se ayuda a la persona a superar una situación muy complicada, sino que se le pueden proporcionar conocimientos y destrezas para poder desenvolverse profesionalmente en el futuro.
Y finalmente, los perros de visita pueden participar en programas educativos, aunque no tengan nada que ver con la terapia, la rehabilitación o la mejora directa de la calidad de vida de las personas.
1. Perros que mejoran la calidad de vida de pacientes. Son animales que brindan afecto y compañía a las personas que los requieren. Su aporte no tiene que ver con la terapia en sí, por lo que suelen ser perros de visita y su ayuda solamente tiene que ver con su presencia. Sólo ofrecen apoyo emocional.
Estos perros pueden ayudar emocionalmente a personas que atraviesan una enfermedad terminal o a personas que deben llevar a cabo algún tratamiento largo y dificultoso. También pueden brindar apoyo emocional en situaciones de alto estrés. Por ejemplo, muchos perros de terapia y de visita se emplean para reconfortar a las víctimas de desastres naturales que han perdido casi todo y viven temporalmente en campamentos o albergues.
Por supuesto, la utilidad de estos perros depende de la enfermedad o la situación que aqueja a las personas que necesitan ayuda.
2. Perros que ayudan a desarrollar el potencial de personas con necesidades especiales. Son exclusivamente perros de terapia, porque su función no consiste solamente en hacer compañía, sino que son parte del programa terapéutico desarrollado por el profesional a cargo.
Estos perros ayudan a desarrollar habilidades motoras o cognitivas, y se utilizan para apoyar a personas con síndrome de Down, déficit de atención, problemas motores y otro tipo de condiciones que pueden ser temporales o permanentes.
Otros animales también se utilizan para esta función, y algunos son más útiles que los perros en determinadas circunstancias. Por ejemplo, los caballos y los delfines son más utilizados para ayudar a recuperar habilidades motoras, porque la interacción con esos animales demanda mayor actividad física.
3. Perros que mejoran la calidad de vida de los residentes geriátricos. Una importante causa de malestar emocional en las residencias geriátricas es la falta de motivación. Muchos de los residentes geriátricos no reciben suficientes visitas y no tienen actividades que los llenen, por lo que pierden interés por la mayoría de las cosas.
Los perros que visitan estas residencias son perros de visita más que perros de terapia, ya que suelen interactuar con todos los residentes y no tienen participación en programas específicos de rehabilitación. Su principal función es la de romper la rutina diaria, motivando a las personas a las que ayudan. Por supuesto, también pueden colaborar en otras áreas, pero su principal trabajo es el de brindar afecto, compañía y motivación.
4. Perros que ayudan a rehabilitar prisioneros. Estos perros forman parte de terapias individuales y grupales, orientadas a reinsertar en la sociedad a aquellas personas que han cometido algún delito.
Los perros que participan en estas terapias no sólo ayudan a mejorar la calidad de vida de los prisioneros al darles una actividad, sino que también sirven para que esas personas aprendan a asumir responsabilidad por sus actos y aprendan una posible profesión para cuando salgan de la cárcel. Por ejemplo, los prisioneros pueden aprender sobre adiestramiento canino, lo que les servirá para trabajar legalmente cuando estén libres.
Los perros que participan en este tipo de actividades no son perros con adiestramiento previo, sino perros rescatados de la perrera o "prestados" por un albergue canino a cambio de su adiestramiento.
Por supuesto, no todos los prisioneros son aptos para este tipo de terapia con perros.
5. Perros que participan en actividades educativas. Estos son perros que no han sido entrenados para terapia sino para otras tareas, pero tienen muy buena socialización y pueden hacer visitas a colegios y otras instituciones educativas.
Estos perros no son perros de visita en el sentido estricto, porque están entrenados para otras tareas. Sin embargo, pueden ayudar en los programas educativos al apoyar presentaciones sobre determinados temas.
Por ejemplo, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de la policía boliviana, solía hacer (y creo que lo sigue haciendo) charlas en colegios acerca de los peligros de la droga. Los perros antinarcóticos los acompañaban en esas charlas y hacían alguna que otra demostración, además de jugar un poco con los estudiantes.