Dogo mallorquín
Raza: Dogo mallorquín
Otros nombres: Ca de bou, perro de presa mallorquín
Clasificación FCI: Grupo 2, sección 2.1 - Perros molosoides tipo dogo
Origen: España
Función zootécnica: Perro de guarda y defensa
Altura a la cruz (machos): 55 - 58 cm.
Altura a la cruz (hembras): 52 - 55 cm.
Peso (machos): 35 - 38 kg.
Peso (hembras): 30 - 34 kg.
Foto de Lilly M bajo licencia CC-BY-SA-2.5, vía Wikimedia Commons.
En 1232 el rey Jaime I conquistó el archipiélago de las islas Baleares. Junto al rey viajaban varios perros de gran tamaño y fortaleza, entre alanos y dogos de la Península Ibérica. Esos perros darían origen al actual dogo mallorquín o Ca de Bou.
En 1713 mediante el tratado de Utrecht, las islas Baleares pasaron a ser colonias inglesas. Durante el dominio inglés sobre las islas, se fomentaron las peleas de perros y las peleas entre perros y toros, "deportes" comunes en la Inglaterra de la época.
Fue en esa época que se empezaron a cruzar los perros existentes en las islas con la finalidad de conseguir al perro de pelea más adecuado para las altas temperaturas de las Baleares. Por supuesto, perros bulldog y otros molosoides ingleses también fueron usados en esos cruces.
El resultado fue el dogo mallorquín. Las peleas de perros y toros no sólo ocurrían en las arenas deportivas, sino también porque los perros eran usados por carniceros para controlar y ayudar a matar a los bovinos. De ahí el nombre de Ca de Bou, que en catalán significa perro de toros.
Años después con el retorno de las islas Baleares a la Corona Española y la prohibición de las peleas de perros, los dogos de Mallorca siguieron usándose como perros guardianes y como ayudantes de carniceros.
Hoy en día la raza es poco conocida fuera del archipiélago que los viera nacer, e incluso en Mallorca y las demás islas Baleares su población es pequeña.
Apariencia
Este dogo es de alzada media, pero tan robusto y musculoso que puede intimidar hasta al más valiente. La cabeza es fuerte, maciza, grande y con tendencia a ser cuadrada. La depresión naso-frontal (stop) es bien marcada, al igual que el surco frontal. Los maxilares son fuertes y prominentes. La nariz es negra y ancha. Los ojos son grandes, ovalados y de color oscuro. Las orejas se insertan bien arriba y lateralmente en la cabeza, y son pequeñas, echadas hacia atrás y curvadas (orejas "en rosa").
El cuerpo del dogo mallorquín es un poco más largo que alto, robusto y musculoso. La línea superior se eleva ligeramente desde la cruz hasta la grupa. El pecho es amplio y profundo. La cola es de inserción baja y alcanza el corvejón.
El pelaje es corto y áspero al tacto. Puede ser atigrado, leonado o negro. Son admitidas las manchas blancas en pies anteriores, pecho y hocico. También se admite la máscara negra en perros de cualquier color.
Temperamento y carácter
El Ca de Bou moderno conserva el temperamento de sus antecesores. Es un perro duro, valiente y que nunca se echa atrás cuando es provocado. Excelente guardián y protector de su familia, es muy desconfiado con los extraños y tiende a ser agresivo con otros perros.
Por sus características naturales, es evidente la importancia de socializar a estos perros desde temprana edad y empezar el adiestramiento canino también cuando son cachorros. Un dogo mallorquín que no tenga una correcta socialización y adiestramiento puede ser un animal peligroso. Sin embargo, bien educado y socializado, el perro de presa mallorquín puede ser una buena mascota, siempre y cuando su guardián comprenda la raza.
Por norma general estos perros son muy amigables con los integrantes de sus familias, incluso si son agresivos hacia extraños, pero tienden a ser independientes.
No toleran bien el adiestramiento basado en castigos y malos tratos (que difícilmente puede llamarse adiestramiento), pero responden bien al adiestramiento en positivo. Un Ca de Bou difícilmente será un campeón de obediencia canina, pero no hay impedimento para que sea una mascota ejemplar.
Salud y cuidados
No existen datos oficiales sobre las enfermedades más comunes en la raza, y esto podría deberse a que se trata de una raza muy saludable. Sin embargo, por su constitución robusta vale la pena prestar atención a problemas como la displasia de cadera, displasia de codo y torsión gástrica.
El cuidado del pelaje del Ca de Bou no demanda gran esfuerzo. Es más que suficiente con el cepillado una o dos veces por semana. Tampoco es necesario ni aconsejable bañar a este perro muy seguido. Solamente hay que bañarlo cuando se ensucia.
Estos perros necesitan una buena dosis de ejercicio diario. Los paseos diarios pueden brindar gran parte de ese ejercicio al mismo tiempo que ayudan a mantener la socialización del perro. Aunque no son perros muy altos, no se adaptan bien a la vida en departamento ni en áreas urbanas densamente pobladas.
El dogo mallorquín puede ser un excelente compañero familiar si se lo trata con respeto y educa de forma adecuada, pero generalmente no es el perro adecuado para un propietario novato.
Recursos en la web sobre el dogo mallorquín
Estándar FCI del dogo mallorquín (archivo .doc)