Fundamentos de la modificación de conductas
El adiestramiento con clicker se basa en principios de la psicología conductista. Aunque vas a aprender esos principios a medida que entrenes a tu perro, vale la pena que los conozcas aunque sea superficialmente antes de empezar a entrenar.
Condicionamiento clásico
Un estímulo neutro no provoca ninguna respuesta. Por ejemplo, si le dices "Pipoca" a tu perro, es poco probable que muestre alguna reacción (a menos que lo hayas entrenado para eso). En cambio, un estímulo incondicionado provoca una respuesta refleja. Por ejemplo, si le muestras comida a tu perro cuando está hambriento, se emocionará y empezará a salivar.
El condicionamiento clásico es un tipo de aprendizaje en el que un estímulo neutro adquiere la capacidad de provocar respuestas reflejas, después de haber sido asociado repetidas veces con un estímulo incondicionado. Una vez que eso ha sucedido, el estímulo neutro pasa a llamarse estímulo condicionado.
Por ejemplo, si dices "Pipoca" justo antes de darle su ración de comida a tu perro, en poco tiempo asociará esa palabra con la comida. Entonces, la palabra "Pipoca" provocará emoción y salivación en tu perro, incluso si no hay comida presente.
El condicionamiento clásico te permite modificar la conducta controlando los estímulos que recibe tu perro. Es muy usado en el adiestramiento canino para solucionar algunos problemas de comportamiento. Comprenderás mucho mejor cómo funciona el condicionamiento clásico cuando hagas los primeros ejercicios de adiestramiento: cargar el clicker, entrenar una señal de liberación y enseñarle a tu perro a reconocer su nombre.
Condicionamiento operante
El condicionamiento operante es un tipo diferente de aprendizaje en el que las conductas se fortalecen o debilitan de acuerdo con sus consecuencias. Las conductas que tienen consecuencias agradables para el perro se fortalecen, mientras que las que tienen consecuencias desagradables se debilitan e incluso dejan de ocurrir.
Es el típico aprendizaje basado en premios y castigos, sólo que a los premios los vamos a llamar reforzadores porque es un término técnico más correcto. En otras palabras, reforzadores son las consecuencias que fortalecen la conducta, mientras que castigos son las consecuencias que debilitan la conducta.
Cuando apliques el condicionamiento operante (en casi todos los ejercicios de este curso), ten presente que el hecho de que una conducta sea reforzada o castigada depende del perro. Lo que puede ser un reforzador para un perro puede ser un castigo para otro.
Existen cinco posibles consecuencias de una conducta:
- Reforzamiento positivo (R+). Cuando a consecuencia de la conducta ocurre algo agradable y eso fortalece la conducta. Por ejemplo, tu perro se sienta y tu le das un poco de comida. Después de unas cuantas veces que sucede eso, tu perro se sienta cada vez con más frecuencia. A lo largo del curso basarás el adiestramiento de tu perro principalmente en el reforzamiento positivo.
- Reforzamiento negativo (R-). Cuando a consecuencia de la conducta desaparece algo desagradable y eso fortalece la conducta. Por ejemplo, aprietas suavemente el lomo de tu perro, a la altura de sus riñones. Para alejarse de esa presión, tu perro dobla las patas traseras y termina sentándose. Entonces, retiras la presión. Después de unas cuantas repeticiones, tu perro aprende a sentarse con más frecuencia, ya que al hacerlo elimina un estímulo desagradable. No usarás este tipo de reforzamiento en el curso.
- Castigo positivo (C+). Cuando a consecuencia de la conducta ocurre algo desagradable y eso debilita la conducta. Por ejemplo, tu perro se aleja y das un tirón de correa haciendo cerrar el collar de ahorque. Entonces tu perro aprende a no alejarse porque al hacerlo recibe un castigo físico. No usarás este tipo de castigo en el curso.
- Castigo negativo (C-). Cuando a consecuencia de la conducta desaparece algo que es agradable y eso debilita la conducta. Por ejemplo, juegas con tu perro al tira y afloja con una toalla, hasta que tu perro en la emoción del juego te toca la mano con sus dientes. Inmediatamente terminas el juego. Después de algunas veces en que sucede esto, tu perro aprende a no acercar su boca a tu mano, ya que al hacerlo se termina el juego. Este es el tipo de castigo que vas a usar en el curso, pero solamente cuando sea necesario.
- Extinción de la conducta. Cuando no existen consecuencias para una conducta aprendida, entonces esa conducta se debilita. Por ejemplo, le enseñaste a tu perro a acudir a tu llamado, pero después de un tiempo dejaste de reforzar esa conducta. Entonces, la conducta se va debilitando, hasta que tu perro deja de acudir cuando lo llamas. No vas a usar la extinción para entrenar a tu perro, pero es importante que la conozcas para evitarla durante el mantenimiento del adiestramiento.
Contingencias
Las contingencias son las relaciones temporales entre estímulos, conductas y consecuencias.
Para que ocurra el condicionamiento clásico, el estímulo condicionado debe ocurrir inmediatamente antes que el estímulo incondicionado. Si ocurre mucho tiempo antes, si ocurre al mismo tiempo o si ocurre después, tu perro no podrá asociar los dos estímulos.
En el condicionamiento operante existen dos contingencias: antecedentes - conducta y conducta - consecuencias. Los antecedentes deben ocurrir inmediatamente antes de la conducta para quedar asociados a ésta. Por ejemplo, cuando le enseñes a tu perro a sentarse a pedido, deberás decir "Sentado" justo antes de que se siente, no después que lo haga ni mucho tiempo antes.
De la misma manera, las consecuencias deben ocurrir inmediatamente después de la conducta para que tengan un efecto sobre ésta. Si castigas a tu perro en la noche por haberse hecho pis en la alfombra durante la tarde, él no podrá asociar el castigo con esa conducta y lo asociará con alguna conducta más reciente. Tanto el castigo como el reforzamiento deben ocurrir inmediatamente después de la conducta que deseas castigar o reforzar.
Reforzadores condicionados
Uno de los ejercicios del curso consiste en enseñarle a tu perro a mirarte a los ojos. Para hacerlo, esperarás a que te mire a los ojos y reforzarás esa conducta con comida. El problema está en que en el momento en que le das la comida deja de mirarte a los ojos, por lo que terminas reforzando la conducta de mirar tu mano. Entonces, ¿cómo puedes hacer para indicarle a tu perro cuál es la conducta que quieres reforzar?
Para eso existen los reforzadores condicionados o reforzadores secundarios. El sonido del clicker, un sonido particular hecho con la boca o una señal de liberación son reforzadores condicionados que marcan el momento en que empieza el reforzamiento. Entonces, tu perro puede asociar el reforzamiento con una conducta anterior.
Al entrenar a tu perro para que te mire a los ojos simplemente harás click (harás sonar el clicker o usarás la señal de liberación) en el instante en que él te mire a los ojos. Luego podrás darle la comida y él asociará eso con mirarte a los ojos, no con mirar tu mano.
Ten cuidado de no empezar a hacer click todavía. El clicker no es un instrumento mágico, sino que hay que condicionarlo para que funcione.
Control de estímulos
El punto más alto del adiestramiento de cada ejercicio es cuando tu perro lo ejecuta en diferentes lugares, diferentes circunstancias, cuando se lo pides en cualquier tono de voz y no lo confunde con otros ejercicios. Esto es lo que se llama control de estímulos, ya que la conducta entrenada está bajo el control de un estímulo en particular.
Lo ideal es conseguir el control de estímulos para todos los ejercicios del curso, pero esto depende de tus necesidades e intereses. Si algún ejercicio en particular te resulta irrelevante, no es necesario que consigas el control de estímulos para ese ejercicio.
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