Los criterios en el adiestramiento de perros

adiestramiento canino

Los criterios de adiestramiento son las respuestas que reforzarás en cada sesión. Al mismo tiempo, son los objetivos que quieres conseguir en esa sesión.

Estos criterios pueden ser pasos intermedios para lograr un ejercicio, el ejercicio completo o secuencias de una cadena de conductas.

Cuando entrenas a tu perro, debes enseñarle cada criterio por separado, alcanzando pequeños objetivos en cada sesión. Aunque parezca ilógico, avanzar poco a poco te permitirá avanzar más rápido. Por eso, nunca intentes entrenar muchos criterios de una sola vez.

Un solo criterio en cada sesión

En cada sesión de adiestramiento debes concentrarte en un solo criterio.

Por ejemplo, imagina que estás entrenando a tu perro para sentarse a la orden. El criterio inicial podría ser que su trasero toque el suelo. Así que cada vez que el trasero de tu perro toca el suelo, refuerzas esa conducta con un pedazo de comida o algún juego.

Tu criterio de adiestramiento es claro: el trasero de tu perro debe tocar el suelo. Entonces, no importa si se sienta rápidamente, lentamente, ladeado o derecho. Mientras su trasero toque el suelo, reforzarás la respuesta. Al terminar la sesión, registrarás todas esas respuestas como repeticiones exitosas.

En cambio, no reforzarás las respuestas en las que tu perro se sienta a medias (sin tocar el suelo con su trasero), se echa, ladra, salta, camina, se te acerca, etc. Todas esas acciones producen repeticiones fallidas.

Levantar el criterio

Levantar o incrementar el criterio de adiestramiento significa aumentar la dificultad del ejercicio.

Por ejemplo, tu perro se sienta cuando se lo pides, pero lo hace ladeado (apoyándose sobre un costado). Quieres que se siente derecho, así que tu nuevo criterio de adiestramiento exige que distribuya su peso equitativamente. Has levantado el criterio, por lo que sólo reforzarás las respuestas en las que tu perro se sienta derecho. Ya no reforzarás las respuestas en las que se sienta ladeado.

Para levantar el criterio de adiestramiento, debes haber logrado una tasa de éxito del 80% en el criterio anterior para dos sesiones consecutivas de adiestramiento canino.

Por ejemplo, estuviste entrenando a tu perro para que se siente derecho. En la segunda y tercera sesión lograste ocho repeticiones exitosas de las 10 que hiciste. Entonces, tu tasa de éxito es 80% en cada una de esas sesiones y puedes levantar el criterio en la cuarta. En la cuarta sesión quizás podrías reducir el tiempo que tarda en sentarse, o trabajar sobre otro criterio de tu interés.

Si la tasa de éxito es inferior al 80%, tienes que seguir en el criterio anterior hasta que alcances el 80% de repeticiones exitosas en dos sesiones consecutivas. Si no logras un 80% en dos sesiones seguidas, tu criterio puede ser muy alto. En este caso, es mejor que retrocedas hasta un criterio más sencillo todavía (por ejemplo, que tu perro se siente aunque sea ladeado).

También es bueno reducir un criterio si ocurren dos repeticiones fallidas sucesivas, aunque la tasa de éxito sea alta.

80 no es 90

Es bueno levantar el criterio de adiestramiento cuando alcanzas el 80% de éxito y no esperar hasta el 90% o más. La razón de esto es que las respuestas que presentan un 80% de éxito todavía no están muy bien consolidadas y resulta más fácil levantar el criterio.

Las respuestas que se presentan un 90% de las veces o más, pueden ser más resistentes al cambio y dificultar el incremento del criterio.

Ten en cuenta que al levantar un criterio necesitarás relajar un poco los criterios anteriores por un tiempo. Por ejemplo, si quieres que tu perro se siente inmediatamente cuando le das la orden, puedes no dar importancia a que se siente ladeado por un tiempo. Una vez que tu perro haya comprendido que debe sentarse inmediatamente, podrás exigirle nuevamente que lo haga derecho.

Aunque esto parece muy largo y complicado, en la práctica resulta más sencillo que en la teoría. Cada ejercicio de obediencia canina de esta web, está explicado para que lo puedas realizar paso a paso, así que no necesitarás pensar mucho en cómo levantar los criterios. Sin embargo, este conocimiento te servirá para continuar el adiestramiento por tu cuenta.

Los 300 picotazos

Existe otra manera de levantar el criterio, que no exige que consigas un 80% de éxito para el criterio anterior. Este procedimiento fue desarrollado por la adiestradora de caballos Alexandra Kurland y se conoce como "los 300 picotazos".

En el adiestramiento canino, el procedimiento de los 300 picotazos sirve para aumentar la duración y distancia de los ejercicios. Consiste en levantar un criterio cada vez que tu perro responde bien, y volver a empezar desde el principio si tu perro falla.

Por ejemplo, si le estás enseñando a tu perro a mantener la posición de "Sentado", le pides que se siente y cuentas mentalmente UNO. Refuerzas esa respuesta. Luego le pides a tu perro que se siente y cuentas UNO, DOS, y refuerzas si tu perro mantiene la posición. Después repites el procedimiento, contando UNO, DOS, TRES. Y así vas aumentando el tiempo que tu perro mantiene la posición.

Si tu perro se levanta antes que cuentes hasta el número correspondiente, vuelves a empezar desde UNO.

Para poder llevar a cabo este procedimiento necesitas un reforzador condicionado, que puede ser el "click" de un clicker, porque sino tu perro no sabrá cuándo puede levantarse y cuándo no.

Criterios comunes en el adiestramiento de perros

Los criterios de adiestramiento varían de acuerdo con los objetivos que tienen los entrenadores para sus perros. Sin embargo, existen algunos criterios comunes a todas las aplicaciones del adiestramiento canino. Estos criterios son.

  • Conseguir la conducta básica. El perro realiza la conducta que el entrenador quiere, aunque esta conducta no sea perfecta.
  • Perfeccionar la conducta. El perro realiza el ejercicio con precisión.
  • Reducir la latencia. El perro obedece inmediatamente después de la orden.
  • Aumentar la duración. El perro mantiene una posición por algún tiempo.
  • Aumentar la distancia. El perro obedece a la orden aunque el adiestrador esté lejos.
  • Aumentar distracciones. El perro responde a las órdenes del entrenador aunque haya distracciones en el lugar.
  • Aumentar la diversidad. El perro responde en diferentes lugares y con distracciones de diferente tipo.
  • Discriminación. El perro no confunde las órdenes.

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