Échate (i.3)

curso de adiestramiento canino

En la etapa anterior conseguiste que tu perro se eche cada vez que se lo pides, aunque tú estés en diferentes posiciones. Al hacer eso lograste generalizar la respuesta de tu perro frente a ciertas situaciones.

En esta etapa vas a generalizar más aún la respuesta de tu perro. Él aprenderá a echarse cuando se lo pides, incluso si estás trotando o saltando. Además de generalizar la respuesta, esto la acelera y te permite introducir distracciones leves.

Sólo entrenarás un criterio durante toda esta etapa.

Échate i.3.1

  • Criterio: Asocias la palabra Échate con la conducta de echarse, mientras tú caminas, trotas y saltas en tu sitio.
  • Señal: Échate
  • Equipo necesario: clicker (opcional), riñonera (opcional), pedazos de comida.
  • Duración aproximada: 21 sesiones (7 a 10 repeticiones por sesión).
  • Lugar de adiestramiento: un cuarto de tu casa o jardín cercado cero distracciones.
  • Momento ideal para entrenar: Antes de darle a tu perro una de sus raciones de comida, o por lo menos dos horas después que ha comido.
  • Procedimiento:
  1. Haz dos o tres repeticiones del criterio Échate i.1.1, sin decir ninguna palabra, mientras tú estás de pie.
  2. Como tu perro ya conoce ese ejercicio, empezará a echarse por voluntad propia con frecuencia. Cuando notes que eso sucede, empieza a caminar lentamente en tu sitio y sin levantar mucho los pies. No te desplaces, simplemente mueve los pies en tu sitio.
  3. Esto puede causar sorpresa a tu perro, pero si el movimiento de tus pies es lento, no habrá mucha diferencia. Tu perro continuará echándose.
  4. Si tu perro no se echa inmediatamente, simplemente ignóralo como hiciste en el criterio Échate i.1.1, pero sin dejar de caminar lentamente en tu sitio. En algún momento tu perro se aburrirá y echará nuevamente. En ese momento haces click y refuerzas.
  5. En unas pocas repeticiones notarás que tu perro se echa aunque tú estés caminando lentamente en tu sitio. Entonces, empieza a aumentar gradualmente la velocidad con que caminas. Poco a poco conseguirás trotar lentamente y, luego, podrás trotar cada vez con mayor velocidad y levantando más los pies.
  6. Cuando tu perro se eche con frecuencia mientras trotas en tu sitio, empieza a asociar nuevamente la palabra Échate con esa conducta. Recuerda que debes decir la palabra mientras tu perro se está echando, ya que estás capturando una conducta emitida espontáneamente.
  7. Cuando hayas hecho un par de sesiones seguidas en las que asocias la palabra Échate con que tu perro se eche, haz el mismo procedimiento (desde el principio), pero saltando. Empieza haciendo saltos muy pequeños y poco entusiastas y aumenta gradualmente la altitud de tus saltos.
  8. Una vez que hayas hecho un par de sesiones seguidas en las que asocias la palabra Échate con que tu perro se eche mientras tú saltas, haz sesiones alternas entre trotar y saltar. Es decir, en algunas sesiones saltas y en otras trotas. En este punto debes seguir asociando la palabra Échate con la conducta de tu perro al echarse.
  9. Haz la evaluación cuando hayas asociado la palabra Échate en 70 repeticiones mientras trotas y 70 mientras saltas.
  10. Para evaluar este criterio, ponte a trotar en tu sitio y di Échate, un día en que no hayas entrenado este ejercicio y en un horario en el que no hayas entrenado nada por un par de horas por lo menos. Puedes decir el nombre de tu perro antes de pedirle que se eche. Si tu perro se echa, al día siguiente haz la misma evaluación pero saltando en vez de trotar. Si no se echa, haz unas cuantas sesiones más de este criterio y vuelve a intentar. Pasa al siguiente criterio cuando pases la evaluación trotando y saltando (en días diferentes).
  • Observaciones:
  1. Si tu perro se entusiasma demasiado con tus saltos y trote, es porque estás aumentando la intensidad muy rápidamente. Aumenta la intensidad del trote y de los saltos de manera gradual, lentamente.
  2. Los saltos y el trote no solamente representan un nuevo escenario para tu perro, sino distracciones, ya que tu lenguaje corporal lo está invitando a jugar o a hacer alguna actividad física. Por eso es necesario entrenar nuevamente la conducta de echarse desde cero, como en la primera etapa pero con saltos y trote.

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